Restrepo
Abril 24 de 1925
Señor
Don Alfonso Mejía E
Belarcázar
Nuestro
muy estimado amigo:
El
coreo de hoy nos ha traído su muy apreciable carta la que leímos
con agrado por que siempre hemos mirado bien, el enlace de Usted con
María nuestra hija. Mucha es la falta que nos hacen las hijas y por
nada del mundo convendríamos en separarnos de ellas, pues con sus
cuidados y ternura son el alivio a las penas que trae consigo la
vejes pero es una ley impuesta por Dios a la que no podemos
oponernos los padres, y es preciso convenir que las mujeres que no
tienen vocación de religiosa y aman a un hombre; no debe
estorbárseles, el matrimonio y a demás Usted es un joven digno y
que para nosotros llena todas las aspiraciones que con respecto al
porvenir de María nos encárese no desalojamos su petición una
vez que Usted considera ser feliz uniéndose a nuestra hija, no solo
lo aceptamos como miembro de nuestro humilde hogar, sino que no
tenemos inconveniente en manifestarle, que desde que tuvimos el honor
de conocerlo nos fue simpático y hemos sentido por Usted gran
deferencia. Dice Usted en su carta que desea el permiso para que la
ceremonia se efectué en Pereira, y como pensamos traerlas pronto, le
diremos que gustosos aceptaremos a lo que crean mas conveniente Usted
y Luis, pues a él como hermano mayor que tiene allá le dimos al
entregárselas toda la autoridad que tiene sobre sus hijas un padre.
Nosotros
tenemos en Luis ciega confianza por que siempre se a distinguido por
la estimación a sus hermanos, por esto todo lo que el crea
conveniente tendrá nuestra aprobación, siempre con la seguridad de
que Usted será muy indulgente con las faltas o defectos que nuestra
hija, tenga, pues Usted sabrá de sobra que no hay persona perfecta
en el mundo.
Sin
mas por hoy, nos es grato suscribirnos, atentos y seguros servidores,
y amigos
Ricardo
Ossa M y Carmen Ossa de Ossa
Mi
querida hija María. Muy contentos nos pusimos al saber que no
tuvieron contratiempos en el camino, gracias a Dios.
Si
Ustedes sintieron aburrimiento imagínense como seria el nuestro,
especialmente el mío pues como Ud. sabe es la primera vez que me
separo de Tulio. Nunca creí que me emocionaría tanto no podía
hacer nada a cada paso me parecía verlo, oírlo subir la escala, por
la noche no podía rezar se me oprimía el corazón de ver a Oswaldo
solo, yo sabia que la falta del niño era muy grande y que me haría
sufrir mucho, pero viéndolo tan encariñado a Alfonsito y con tanto
deseos de irse con Ustedes, y al mismo tiempo Uds. manifestando tanto
gusto para llevarlo, me pareció egoísmo de mi parte oponerme, a que
se fueran, pero la falta es mucha, le mando un vestidito que le hice
a la casualidad, por que no tenias medidas exactas, si le queda muy
grande háganle cogidos donde le sobre.
Ofelia
también me a hecho mucha falta pues soy tan de mala suerte, que se
me enfermo Aura tan pronto Ustedes se fueron, y a estado con una
irritación violenta, será por el mismo aburrimiento, hoy a estado
de mejor salud, le mando a Ofelia algunos vestiditos para la casa,
pues la seda se le daña si la lava y ella le tiene pereza a los
vestidos ordinarios, hágala que trate con esmero los vestidos que no
son lavables, que se ponga en la finca medias de algodón pues ella
prefiere siempre las de seda. Dámele muchos abrazos y besos al niño,
que me es imposible cumplir su recomendación, lo primero por que
jamás veo a su novia ni siquiera tengo la suerte de conocerla, y
segundo porque no quiero verlo metido en esos dibujos que reportan
tan poca utilidad, díganle que se porte muy bien, pues Ustedes
también tienen una correa para los muchachos desobedientes.
Saludos
a Alfonsito, que le mando el libro para que todos los días lo lea a
Ud. Un capitulo, yo abrigo la creencia que el hogar de Ustedes
llegará a ser un hogar modelo, por las buenas prendas morales que
posee su esposo.
Saludos
a Ofelia y que mucho juicio que no les de motivo de queja, me uno a
su papa y hermanos para darle mi amoroso abrazo.
Su
madre que le desea felicidad
Balboa
7 de octubre 1925
Telegrama
fechado en la Ciudad de Pereira, un 24 de junio de 1926, felicitando
a su hija por el embarazo: Nuevamente felicitándoles hoy deseándoles
salud, prosperidad. Abrazos. Carmen.
María
tuvo su primera hija un 26 de Octubre de 1926 llamada Arabia Mejía
Ossa. Narran las hijas de María, Consuelo, Florencia y Gloria
Elena,: nuestra madre vivía a en una finca a unos kilómetros de
Belarcázar. Nuestra abuela no llegó a conocer a Arabia. Contaba
nuestra madre que en sus últimos días de embarazo vio como una
mariposa negra enorme revoloteaba en su habitación, ella le tenia
pavor a las mariposas negras. Al verla, tuvo cierta sensación
extraña, le a pasado algo a mi madre fue el mismo día en el que su
madre fallecía en Pereira, al día siguiente llego un telegrama
enviado por su hermano Luis informando la muerte de su madre María
del Carmen Ossa Tobón de Ossa.
Trascripción
de dos escritos de María del Carmen Ossa Tobón dirigidos a su
yerno, Luis Alfonso Mejía, y su hija, María Ossa, recién casados
ese mismo año, un 24 de junio de 1925. Haber conservado estos
escritos nos pudo dar una idea de los tiempos que se vivían y como
se percibía los momentos, ese día a día de luchas continuas por un
mejor mañana. Consejos de madre, este legado en las cartas nos deja
mucho para reflexionar y conocer mas de ese entorno familiar en el
que se vivía y entender en el que vivimos. Nos da a conocer esa
María del Carmen Ossa Tobón, con una caligrafía palmer
sencillamente hermosa, no encuentro otro calificativo. Y aunque María
del Carmen marchó relativamente joven 43 años, dio todo ese amor y
consejo de madre que en sus 6 hijas y 9 varones dejaron huellas
imborrables. Toda una herencia de un pasado que puede ser tan
presente en los días en que vivimos, si recordamos, y muchas veces
con nostalgia, esos consejos de nuestros padres, leyendo los escritos
comprendemos la importancia y el sentido de la vida de tener y
pertenecer a una familia. Si cuando leemos viejos libros de historias
de familias en muchos casos nos acercan a sus pasados, en estos
escritos rescatamos ese legado de María del Carmen Ossa Tobón y,
más que cuestionar la forma en que vemos su pasado, descubrimos la
voluntad de madre integra. Aristóteles señala a la familia como una
comunidad instituida por la mujer en la naturaleza. Y es que
procedemos de la cultura greco-latina. La idea de que todos
pertenecemos a un mismo tronco familiar del que somos solidarios en
lo bueno y en lo malo, es el principal factor humano, social y moral
que aglutina a los miembros del grupo familiar Ossa.
Todos
ellos, los 15 hijos Ossa Ossa, ya marcharon, pero nos han dejado un
legado y lleva un sello Ossa Ossa imborrable. Por donde quiera que se
encuentren y se mezclen con la infinidad de apellidos de familias,
allí estará ese Ossa Ossa imborrable.
Hasta ahora es la única foto que se tiene de María del Carmen Ossa
Tobón, en ella aparece con su hijo Luis Ossa Ossa. La fotografía
ha sido fotocopiada y pintada a mano. Se trata de la técnica
fotográfica muy utilizada antes de la introducción de la película
en color, el “photoshop” de la época, verdaderos trabajos
fotográficos. Florencia Mejía Ossa de Montoya nos recomienda que
revisemos antiguos álbumes de familia para poder obtener alguna foto
inédita de María del Carmen Ossa Tobón. Esperamos nos la envíen
para publicarla y compartirla con todos los Ossa.
Foto
en blanco y negro de 1925, día de la boda de Luis Alfonso Mejía
Escobar y María Ossa Ossa, se casaron un 25 de junio en la ciudad de
Pereira (Risaralda).
El
análisis de los textos palmer escritos por María del Carmen Tobón
lo abordamos desde distintas perspectivas. Destacamos tres enfoques
fundamentales en este campo: la aproximación lingüístico-textual,
la aproximación retórica y el enfoque pragmático y sociocognitivo
de la terminología de aquellos años. Para dar cuenta de la
complejidad de la construcción e interpretación de los géneros
producidos en el texto, es necesario establecer puentes entre las
distintas metodologías. De los escritos consideramos las categorías
de análisis que pueden permitir la integración de los enfoques
presentados. (Con esto queremos decir modos de interpretación)
María
del Carmen vivía el día a día de Dios, con una emoción sin
límites, el amor hacia sus hijos, mujer con claros y fuerte nivel
emocional. Ya el filósofo Epicteto en el siglo I d. C. decía “no
nos afecta lo que nos sucede sino lo que pensamos sobre lo que nos
sucede”,
Nos
permite dar algunas interpretaciones a la conducta de María del
Carmen, su evolución humana, de mujer y madre que trataba los
asuntos familiares como iba evolucionando el tiempo en que sus hijas
se hacían merecedoras de sus maridos. Tal como podemos descifrar los
códigos, deseos y pensamientos, haciendo referencia a la conducta y
manifestando en su escrito: “Siempre con la seguridad de que Usted
será muy indulgente con las faltas o defectos que nuestra hija
tenga, pues usted sabrá de sobra que no hay persona perfecta en este
mundo”. Hacía referencia a la metáfora como figura retorica de la
vida cotidiana: “no hay persona perfecta en el mundo”. Si
fuéramos literarios a la hora de descifrar conductas y
manifestaciones observamos que las reflexiones de María del Carmen
en torno a los textos, nos deja su sabiduría de la vida.
En
el primer escrito de abril 24 de 1925,
contestó el mismo día de recibida la carta de Alfonso, con una
escritura palmer muy extendida, las frases y palabras son alargadas
expresa su emoción incontenible de felicidad. Como si tuviera prisa
en contestar, no perder ese minuto de alegría. Una respuesta cuyo
objetivo es transformar los deseos de un joven digno lleno de
porvenir y el deseo de unirlo al humilde hogar de los Ossa Ossa.
En
cambio, en el segundo escrito del 7 de octubre de 1925,
las letras y el texto están mas recogidas, espacios agrupados y la
caligrafía acentuada, una letra palmer relajada. Nos deja conocer
una madre con los pensamientos de Dios, como nos deja saber no
pudiendo rezar por la noche porque se le oprimía el corazón al ver
a Oswaldo solo. Sus consejos deja para muchos familiares el poder
sentirse identificados con esta afirmación cuando un miembro de la
familia se marcha. María del Carmen abrigó la creencia de que los
hogares de los Ossa Ossa llegarían a ser hogares modelo.
El
destino quiso que a los pocos meses del telegrama fechado en Pereira
un 24 de junio de 1926 y dirigido a su hija María en estado de
embarazo, María del Carmen Ossa Tobón de Ossa falleciera de una
embolia, derrame celebrar, en la ciudad de Pereira unos meses
después.
Ricardo
Ossa Montoya y María del Carmen Ossa Tobón fueron unos incansables
andariegos de tradición, como buenos Antioqueños. Ricardo, un
comerciante y administrador de empresas pioneras por los años 20 en
el suroccidente colombiano que surgía al mundo. En el mes de abril
de 1925 se radicaran en Restrepo (Valle) y para Octubre del mismo año
en Balboa (Risaralda), teniendo parte de la familia viviendo en
Pereira y como tutor a su hijo Luis Ossa Ossa. Eran emprendedores y
ante todo comerciantes, ya Luis manejaba parte de los negocios de su
padre. Ricardo fue administrador de Minas en Marmato (Caldas) y
gerente de un trasporte fluvial por el río Cauca con barcos de
vapor, trasporte de genero y pasajeros. Si, era cuando se navegaba
por los ríos en Colombia, presentando un fenómeno que contribuyó
al desarrollo agrícola, ganadero y comercial de las regiones, el
cual hoy en día se perdió con el advenimiento de otros medios de
trasporte como el tren y las carreteras, hoy en día vías obsoletas
y trochas de trenes abandonadas. Reflejo del retraso vial,
perdiéndose una verdadera fuente de trasporte para un país.
“Tristemente hoy una importante infraestructura de comunicación
abandonada”. Para que se hagan una idea, en otros países se
sienten orgullosos de tener ríos navegables desde que los
descubrieron y siguen siendo navegables desde sus orígenes. Los Ossa
Ossa contribuyeron en los años 20 a forjar desarrollo en el
suroccidente con estos medios de trasporte que se tenían. Trasporte
fluvial y trenes, tan competitivos como en cualquier país del mundo
en esos años. Los Ossa fueron los que instalaron las primeras
gasolineras en Manizales (Caldas), Pereira y La Virginia (Risaralda)
y en Cartago (Valle), compraban el combustible a la Tropical Oil
Company (En Crónicas de Oswaldo Ossa Ossa 1917 – 2013 en YouTube
tendrán un claro testimonio de esas luchas que dieron esas familias
hijos de colonos Italianos y Españoles de bien)
Todos
unos angelitos, en una caja debidamente decorada con estampas de
Angelitos, Florencia Mejía Ossa de Montoya guardó celosamente los
escritos de su abuela María del Carmen Ossa Tobón, que su madre
María Ossa de Mejía le entregó. “El guardián de los angelitos”
nos has brindado la alegría y el conocimiento de poder conocer esta
memoria viva de un pasado y un gran legado para los Ossa. Con esto
podremos conocer mas de quien era María del Carmen Ossa Tobón de
Ossa. Una imagen en blanco y negro o en color nos dice mucho, pero un
escrito nos trasporta a sus verdaderas vivencias, a ese pasado lleno
de historias para recordar no solo a María de Carmen sino muchos
otros Ossa Ossa. Gracias Florencia por brindarnos esta felicidad y
conocimiento de nuestro pasado. En el collage. Florencia Mejía Ossa
de Montoya, Héctor Montoya, Consuelo Mejía Ossa, María victoria
Mejía Ossa de Correa, Amparo Mejía Ossa, Álvaro José Restrepo
Mejía, al encuentro también asistieron Gloria Elena Mejía Ossa y
Carlos Torres Botero. La crónica se trabajó en varios encuentros
durante el año 2013, el último muy emotivo, deseándole a Florencia
un feliz día a día en su nueva etapa de su vida con la actividad
diaria normal de su marcapaso, herramienta que le ayudará a
disfrutar de sus hijos, nietos, amigos y familiares.
Como
anécdota familiar, uno de los hijos de María Ossa de Mejía, Diego
Mejía Ossa, fue a Jericó-Antioquia en el 2008, ciudad en donde
Alfonso había nacido un 8 de febrero de 1900, queriendo homenajear
los 80 años de su madre llevándole la partida de nacimiento de
Alfonso. Para su sorpresa, se encuentra que en la partida que aparece
en la Parroquia de Nuestra señora de las Mercedes Diócesis de
Jericó a los 10 de febrero de 1900 se bautizó un niño a quien se
le llamó Luis Alfredo, hijo de Félix Antonio Mejía y Julia Rosa
Escobar. Trabajamos
en esta crónica: Florencia Mejía Ossa de Montoya, Consuelo Mejía
Ossa, Gloria Elena Mejía Ossa de Torres y Jairo Narváez Soto,
redacción. Cali 2013.