martes, 19 de agosto de 2014

Las Chicas del Acetato en Colombia, 1965. Melva Peláez Ossa, Vda de Vernaza.


Experimentar el impulso de escribir acontecimientos de la familia a partir de sus vivencias es traer los recuerdos al tiempo real y revivirlos. No porque en ella se hubieran producido hechos resonantes, sino porque la familia guarda para todos sus miembros muchos anécdotas de vida o testimonios del día a día. Recuerdos que se borran con el pasar de los años. Les dejamos a las nuevas generaciones estos inolvidables momentos de Melva Peláez Ossa, vivencias de un pasado para recordar a “Las Chicas del Acetato”, por los años 50.

Para refrescar la memoria: Rondaba el año de 1956, específicamente un 10 de octubre, cuando se publicaba en el diario el País: “Las Chicas del acetato visitan ahora a Cúcuta”. En aquellos años la joven Melva Peláez Ossa cautivaba con su belleza, en compañía de otras jóvenes durante las giras que efectuaban por el territorio Colombiano.

Esta es la historia de las ¨Chicas del Acetato¨, el grupo que se convirtió en todo un referente de la moda de 1956 bajo la campaña publicitaria de varias empresas de la moda del textil de Medellín, Bogotá y Barranquilla. Estas empresas, consideradas iconos de la introducción del acetato, marcaron toda una época e hicieron historia. Aparecieron nuevas fibras como el orlón, el nylon, la terlenka, el dacrón, etc. Hasta la década anterior, Colombia importaba parte de la ropa femenina, pero gracias al desarrollo de la industria textil, fábricas como “Sedalana”, empresa modelo en la transformación de textiles de rayón, “Celanese Colombiana S. A.”, que comercializó el acetato para mantener las telas sin arrugas y “El Roble”, con tecnología americana y mexicana, abastecieron gran parte del mercado colombiano.
Recorte de prensa Octubre 10 de 1956 “El País”

Las Chicas del Acetato Visitan Ahora a Cúcuta.
Cúcuta 9 (de nuestro enviado especial). Más de tres mil cucuteños y venezolanos aplaudieron a las famosas “chicas del Acetato” en sus representaciones en el teatro Sulima y en el Tennis Club de esta ciudad cucuteña. Incontables turistas provenientes de las vecinas poblaciones.

Las Chicas del Acetato. (Viene de la primera página)
De San Antonio y San Cristóbal han cruzado la frontera para venir a admirar a las bellas modelos colombianas entrenadas en las escuelas de modelos de Celanese Colombiana S. A.

El grupo que integra la caravana del Acetato es representativo de la belleza de Colombia, puesto que está compuesto por señoritas de Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades del país.

A su llegada a Cúcuta, procedentes de Barranquilla, “Las Chicas del Acetato” fueron recibidas en el aeropuerto por numeroso público que les prodigó múltiples aplausos y atenciones. La radio Goaimara; entrevistó a cada una de las 22 personas que integran la Caravana del Acetato.

La movilización de esta caravana se está llevando a cabo por las rutas de Avianca, empresa que ha cedido galantemente sus naves para el trasporte de las “Chicas del Acetato” y sus acompañantes, así como el equipaje que contiene el fabuloso vestuario que lucen las chicas y que esta compuesto de 53 maletas con un peso aproximadamente de una tonelada.

El vestuario esta compuesto por colecciones de diferentes empresas textiles tales como textiles Miratex, de Bogotá; Pantex y Moyra, de Medellín y Celta, de Barranquilla. En este suntuoso vestuario están incluidos trajes de sport, de calle, de coctel, de baile, de novia y sus damas de honor.

Viajan también en la caravana del Acetato Omar Méndez y Marino López, destacados locutores del circuito Todelar de Cali, quienes acompañan a las modelos en todas las gira para trasmitir por una cadena nacional todas las presentaciones que se lleven a cabo en los principales clubes, hoteles y teatros de las ciudades que visita la caravana.

Asimismo, acompañan a “Las Chicas del Acetato” en su gira, expertas maquillistas de Helena Rubinstein, quienes están encargadas de maquillaje a las bellas modelos.

De Cúcuta, la caravana del Acetato seguirá a Bucaramanga en donde se hospedaran en el Hotel Bacarica y harán presentaciones en diversos sitios. Después pasaran a Pereira y Manizales y, para terminar, visitaran la ciudad de Cali, en donde harán exhibiciones en el Club San Fernando y en el Gril de Hotel Aristi, terminando así la gira organizada por Celanese Colombiana S. A., Avianca y el Circuito Todelar de Cali. En colaboración arriba mencionadas.
 
Melva Peláez Ossa nos narra: ¨De Cali, Valle, fueron tres chicas. Recibimos clases de modelaje junto con las otras del grupo. La que nos entreno en modelaje era una colombiana, Sonia Jaramillo (Modelo Profesional), quien vivía en los Estados Unidos.
De Cali fuimos: Mariela Recio, Margarita y mi persona,

Margarita Valero, era la que desfilaba de novia. De un porte muy distinguido, rubia y alta. Había dos niñas pequeñas en el grupo, hijas de un señor de apellido Rojas, que funcionaban como pajes de la novia.
De Medellín, recuerdo a Lina Uribe, simpática, y Clara Teresa Cárdenas. Y de las de Bogotá, recuerdo a Lilia Bonhain y Elsa, pero me recuerdo su apellido era extranjero y otra de origen Sirio – Libanes.

La señora del presidente de Celanese S. A. también viajo con nosotras. En aquella época, la fábrica de Celanese S.A. quedaba en Yumbo. Fueron tres semanas en donde mi mamá disfruto mucho, ya que yo fui acompañada de mi madre, Ofelia Ossa Ossa, quien también hizo todo el recorrido. Fue como una chaperona para todas las demás chicas del grupo.

Era la novedad, y cuando llegábamos, los jóvenes se acercaban a los hoteles. Siempre íbamos de uniforme de Celanese y cuando llegamos a Cali nos recibieron con los carros de los bomberos. Desfilábamos como las reinas de belleza.
Al final del evento se hiso un acto de despedida lo hicimos en una finca hacia Palmira.

La gira fue para recoger fondos para los damnificados del siniestro ocurrido un 7 de agosto del mismo año 1956 en el centro de la ciudad de Cali, llamada la Explosión de Cali, provocada por la explosión repentina de siete camiones del ejército cargados con cajas de dinamita y explosivos plásticos gelatinosos provenientes de buenaventura.

Las chicas del acetato cautivaron con su belleza, fuente de inspiración a finales de los 50, cuando el textil era una de las empresas pujantes en Colombia.

Melva Pelaez Ossa Vda, de Vernaza, disfruta de la vida junto a sus nietos e hijos. Vive en la Ciudad de Cali. Sin duda alguna una mujer comprometida con la decoración del hogar, reconocida profesional, empresaria y diseñadora del interiorismo del Valle del Cauca. Durante sus años de trabajo honró los hogares caleños con sus ideas. Conectada sencillamente con el buen gusto y la máxima calidad de sus productos de decoración.

Para este primo, con ganas de compartir mucho más tiempo con Melva, ya que cada cosa de su entorno en su hermoso hogar tiene una historia que contar. Para mí, una mujer que supo crear un espacio dentro del mundo de la decoración, absolutamente singular, como ella misma. “La Chica del Acetato”

Jairo Narváez Soto Zuluaga Ossa.