¿Quién
hace la historia?
La
historia de los pueblos la construyen sus integrantes, las familias
de colonos que emigraban en búsqueda de nuevas tierras para
trabajarlas, sociedad que se levantaba en los años posteriores a la
colonia. La construyen a partir de todo lo significativo que les
sucede en su vidas, colectiva y cotidiana, a través del tiempo, que
además merece ser reconocido y recordado por las siguientes
generaciones e incluso conocido por el mundo que se vive hoy en día
con las nuevas tecnologías de la información.
¿Quiénes
la escriben?
La
historia la escribe el vencedor o los de poder adquisitivo, los
terratenientes, hacendados. Tanto en la antigüedad los nobles, como
en épocas recientes los terratenientes, tenían importante peso en
el plano civil, militar, eclesiástico y político, dependiendo del
bando (conservador o Liberal). Pero también el vencido escribe la
suya, aunque casi nadie pueda leerla o escucharla, historias solo
extendidas por medio de las familias en sus tradiciones orales. La
verdadera, la historia la escribe el tiempo, cuando ya no existen los
que vencieron ni los que fueron vencidos, sino el análisis frío,
estudio minucioso de los hechos que definitivamente ya son historia.
¿Cual
es la verdadera historia?
La
situación de los verdaderos dueños de esas tierras en aquellos años
fue dramática. De ellos no se habla, solo se les hace mención de
sus tumbas, y muchas, en la región llamada hoy Caramanta, pero que
otrora fue llamada “Sepulturas”. Estas fueron profanadas por los
blancos. Muchos indígenas fueron desterrados de sus tierras y los
pocos que sobrevivieron, vivieron en una pobreza extrema y una alta
mortalidad. Así fueron desapareciendo los verdaderos dueños de
estas tierras, etnias destinadas a la desaparición para dar cabida a
la historia de los blancos terratenientes. Esta práctica continúa
hoy en día, solo que ahora el escenario es el Amazonas con la
interferencia del hombre blanco. Muchos grupos indígenas se fueron
adhiriendo a las nuevas poblaciones de blancos y mestizos, se
integraron parcialmente en el sistema social, pero conservaron su
condición de miseria y lo siguen conservando. Muchos aprendieron
español para poderse comunicar con los blancos y mestizos, sus
idiomas indígenas quedaron destinados a la desaparición.
Colombia
necesita una nueva constitución que se reconozca los derechos
inalienables de los pueblos indígenas del país y se hagan bases
para un desarrollo equilibrado de las etnias sobrevivientes, salvando
sus costumbres, cultura, medicina, historia y otorgándoles el
derecho al acceso de los bienes culturales de la sociedad criolla,
respetando sus hábitat, conocimientos, protegiendo sus tumbas de ser
profanadores y sus lugares de culto y, en especial, impidiendo que
continúe la depredación de los lugares que por miles de años han
utilizado para vivir.
Esto
es mi opinión personal, si, pero también debo agregar que no solo
leemos lo que nos legaron los victoriosos terratenientes de turno en
las poblaciones colombianas, sino lo que muchos desearon que
conociéramos sobre diversos aspectos cuando se fundaron estas
poblaciones, como es el caso de Restrepo Valle 1913 - 2013, o bien
porque se trataban de personajes de suma importancia o buscadores de
guacas (simples oportunistas profanadores de tumbas de culturas
milenarias, como fueron los Calima y así en otras determinadas
regiones del territorio Colombiano), o bien porque los intereses de
unos pocos destruyeron o ocultaron lo que sería la verdadera
historia de estos pueblos.
Por
supuesto que tenemos también un poco de hipocresía mundana sobre
muchos de lo que nos dejaron, pero veamos esto con algunos ejemplos.
El
primer ejemplo lo debemos ver en la civilización
asiria,
que nos dejó tablillas con los datos de todas sus batallas.
Obviamente no figura ninguna derrota en las mismas y es sabido que no
tenían demasiado interés en dejar el testimonio de batallas en las
cuales cayeron derrotados.
Entonces,
¿cómo sabemos que perdieron alguna vez? Pues gracias a los datos
aportados de otras civilizaciones que hicieron lo mismo, anotar todas
sus victorias y algunas de ellas figuran victorias sobre los asirios,
sobre todo antes de convertirse en una gran potencia y por supuesto,
antes de caer y desaparecer a mano de Babilonia.
Egipto
no se queda detrás de esto pues en su batalla contra los Hititas,
conocida como la batalla
de Kadesh,
el ejército liderado por RamsésII
resultó victorioso.
El
problema se nos presenta al ver los documentos Hititas donde también
figuran como victoriosos de dicha confrontación. Surge la pregunta
¿Quién ganó la batalla? Hasta el día de hoy los estudiosos de la
historia y sobre todo los apasionados de la ciencia militar tratan de
desvelar ese misterio que nos han legado dos de las civilizaciones
más importantes de la antigüedad.
Los
romanos no se quedaron atrás de ello, ya todos conocemos el Imperio
Romano, pero no de la cultura Etrusca convenientemente poco difundida
y prácticamente ocultada. La hubieran hecho desaparecer, si no
hubiera sido por los hallazgos en sus sepulturas. La cultura etrusca
existió antes de la romana, con derechos de igualdad entre el hombre
y la mujer quienes contaban con mismos derechos civiles ya en aquella
época, algo totalmente impensable en otras tantas culturas. En este
fascinante tema de la cultura Etrusca hago esta observación, los
Ossa son de origen de la peninsular Itálica, bien podrían haber
sido etruscos? La civilización Etrusca fue muy avanzada en la
arquitectura, rica en arte. Eran maestros en preparar remedios y se
destacan las terapias con aguas termales. Su fama perduró hasta
mucho tiempo después de la absorción por Roma.
Muchos
textos perduraron sólo porque los nombres de los autores fueron
reconocidos en su época.
Tácito
es quien podemos decir, se ha escapado de dicho grupo, y en su libroGermania
habla del peligro que representaban los bárbaros, cuando todos los
negaban.
Por
algo la Edad Media se denomina la “época oscura”, tiempo en el
que la Iglesia decidió qué libro perduraba y cual no, siendo
destruidos casi todos los que no se ajustaban a su interés. Así
perdimos muchos textos griegos que se suelen mencionar en algunas
fuentes, pero que no podemos probarlas de ninguna forma. El mismo
pasó con todos los objetos de culto de las etnias, destruidos por la
religión Católica. Se acuñó el termino despectivo “pagano”.
Qué es pagano en griego-latín? Paganus significa “habitante de
campo”, a lo que conocemos como campesinos, y todo porque ellos le
daban ofrendas al Sol que alumbraba sus campos y a la lluvia que les
hacia crecer sus cosechas.
Pero
dejemos de pasear por estos períodos y vengamos al mundo
contemporáneo. El ejemplo más claro que tenemos es la Guerra de
Iraq, “armas de destrucción masiva”, que si no estuviésemos en
una época con otros medios de interacción y de información habría
pasado como verdad absoluta. Parece que hemos aprendido algunas
lecciones, la manipulación fue total y todos creeríamos que
existían motivos para atacarle. Una simple mentira ¿Qué leerán
las personas en el futuro de este genocidio contra el pueblo iraquí?
Hechos
de este tipo, ¿cuántos más han de existir en toda la Historia? Me
refiero a que se aduce una cosa para realizar determinada acción,
pero en realidad es una falsedad utilizada como escudo ante el mundo,
encubriendo otros intereses que son verdaderos.
En
la actualidad se vive un deseo inalienable de todo pueblo, su
libertad. Este es el caso de la historia del pueblo
catalán.
Los españoles escribieron su historia. Los independentistas
catalanes son el resultado de los hechos acontecidos a lo largo de su
historia y serán llamados “separatistas” por aquellos que
radicalmente arrebozaron sus libertades y sus territorios. España
tiene cultura y una lengua, el castellano, pero en la península
existen otras lenguas como el catalán y el euskera, y son estas
lenguas y sus culturas las que España ha tratado y trata de
erradicar, la verdadera identidad de estos pueblos y su historia. El
general español Espartero dijo en 1843 “Para que España vaya
bien, Barcelona debe ser bombardeada al menos una vez cada 50 años”.
Definitivamente,
desde los comienzos de la humanidad, la historia la han escrito los
vencedores, por ello la tarea de un historiador es profundizar en
investigación, tarea nada sencilla y cada vez se encuentra algo
nuevo y vamos revocando lo anterior. Tenemos una visión de la
historia, el objetivo principal es dudar de todo y buscar pruebas
fehacientes de que las cosas sean como se dice, o simplemente probar
lo opuesto.
Por
eso, familiares Ossa, es un verdadero tesoro encontrar un compendio
histórico Monográfico con detalles de la cotidianidad que acontecía
en la Caramanta de 1917, de la que nos narra el señor Gutiérrez
Rufino (1854. 1923). En su monografía nos sitúa “En una mañana
en Valparaíso rumbo a Caramanta....”
En
todas las investigaciones, tanto en el material visto por internet y
en algunos libros de genealogía colombiana, no encontraba que se
nombrase a los Ossa como unas de las familias fundadoras del pueblo
de Caramanta, solo hasta la publicación de la Monografías.
Publicadas en la web por la biblioteca virtual Luis Ángel Arango de
Bogotá, nos deja un claro testimonio de quienes fueron esos Ossa que
llegaron a Caramanta. Nuestra recordada Crónica de Oswaldo
Ossa Ossa (1917 † 2013) Vídeo Youtube
nos habla de las tres familias Ossa, familiares entre si, y una de
ella bastante numerosa, quienes llegaron a Caramanta. Escucharlo nos
deja un testimonio extendido por medio de la familia Ossa, en su
tradición oral.
Para
terminar les dejo las característica de esta monografía. En una
forma muy breve se llevó a cabo el trabajo y se le clasifica en:
Monografía periodística.
A
título personal me gusta mucho este tipo de escrito, sistemático y
completo, en lo particular no esta influenciado por las raíces de
Caramanta con lo que alcanza una riqueza mayor en su trabajo
monográfico – periodístico. Su fuente de información fue como
una biografía del momento, como una fotografías con palabras de
1917, extenso en profundidad de detallar hasta cuantas reses llevaban
al mercado, cuantos telegramas se enviaban en su momento, cuantas
escuelas rurales alternadas, a las cuales concurrían 190 niños, que
el colegio oficial de varones con 24 matrículas, subvencionadas por
el Departamento y por el Distrito con $ 30 cada uno, que en 1844 se
abrió el primer libro de bautizos, que no había pila en la plaza,
pero sí nueve chorros en diferentes lugares del pueblo, que los
primeros fundadores del poblado fueron familias de apellidos
Fernández, Ossa, Obando y Osorio. Que al principio se le llamó
Sepulturas, probablemente por las de indígenas que se encontraban,
que luego se llamo Nueva Caramanta y al final Caramanta y que en el
archivo hay legajos de papeles a partir del año de 1843. Un
verdadero trabajo monográfico con temas específicos y particulares,
estudio pormenorizado y exhaustivo, abordando todos los aspectos de
la Caramanta de un 13 de julio de 1917, ángulos del caso,
tratamiento extenso en profundidad con una metodología específica,
contribución importante a la historia de Caramanta original y
personal. Mono significa uno; grafía, descripción.
Jairo
Narváez Soto Zuluaga Ossa.
Nota:
A los historiadores estudiantes en Colombia, antes de comenzar de
hablar de los terratenientes blancos fundadores de muchas ciudades,
deberían de comenzar sus escritos históricos hablando de los
primeros pobladores y esos fueron los indios.